19 Oct Article of the week
Aun así, todavía no son inteligencias como la nuestra. Pero
parte de su mayor potencial reside en la forma en que nosotros, los
humanos, podríamos cooperar con ellas para formar nuevos sistemas
híbridos que sacaran lo mejor de cada uno. Además, un mayor
conocimiento y una mejor comprensión de la mente y el cerebro
están ayudando a romper las viejas fronteras entre lo psicológico y lo
físico, conforme aprendemos no sólo lo importante que es el cuerpo
para la mente, sino también cómo el cerebro ayuda a predecir y
construir el mundo de la experiencia humana.
Ahora atisbamos los próximos pasos en la evolución cultural y
cognitiva humana y continuamos la tendencia que comenzó con la
llegada del lenguaje humano y la (mucho más tardía) invención de la
escritura y del almacenamiento externo y la transmisión de ideas.
Estos nuevos pasos apuntan a una era de fluidez y exigen respuestas
a una serie de preguntas y temas que hay que tratar en
conversaciones como ésta. Las dos preguntas más importantes son:
¿cómo deberíamos gestionar este espacio abrumadoramente grande
de posibilidades humanas? Y, ¿qué precio estamos dispuestos a pagar
por el camino?
La primera es una cuestión de práctica; la segunda, de ética. En
términos prácticos, en un mundo con tantas posibles maneras de ser,
tantas mejoras y aumentos, y tantas prácticas sociales, no será fácil
decidir cuál es la nuestra. Aquí, la realidad virtual inmersiva podría
jugar un papel importante, al permitir la exploración barata y fácil,
aunque algo superficial, de múltiples formas de ser. Por ejemplo,
BeAnotherLab utiliza realidad virtual inmersiva, con monitorización
corporal, para experimentar (hasta cierto punto) cómo es ser más
alto, más bajo o incluso de otro género.
Desde el punto de vista ético, necesitamos preguntarnos qué
desigualdades y costes acarrearán los aumentos de algunos para
todos los demás. Necesitamos plantearnos si estamos dispuestos a
tolerar cierta desigualdad como parte del proceso de lanzamiento a
un mundo más fluido e interconectado. Somos conscientes de los
problemas con la privacidad y el derecho de control (incluyendo
tráfico y venta) de nuestros datos personales. Pero, al no saber
exactamente dónde acaba nuestro ser protegido y dónde comienza el
mundo a nuestro alrededor, el poder legislativo y el político lo pasa
mal para decidir (por ejemplo) si la información almacenada en
nuestros teléfonos se parece lo suficiente a la información
almacenada en nuestras cabezas como para darles la misma
protección. Hoy, la ley, la educación y las políticas sociales van por
detrás de muchas olas de cambio interrelacionadas.
Lo que está en juego es qué somos nosotros, los humanos, y en
qué nos convertiremos.
Imagen: Unsplash
Texto original: El Mundo
Palabras claves:
Híbridos, atisbar, cognitiva , inmersiva, acarrear.
Comprensión:
Según el autor del texto se plantean dos grandes preguntas ¿Cuáles son? ¿Y qué es lo que se nos plantea?
En el texto se nos habla de un futuro que ya se atisba. ¿Cuáles son los próximos pasos, hacia dónde nos llevan?
Opinión:
¿Qué opináis del punto de vista ético que se plantea en el artículo?
¿Pensáis que acarrearán más desigualdades y costes para algunos?
¿Creéis que es el precio a pagar por un mundo cada vez más fluido e interconectado?