25 Feb Lo que aprendí el viernes pasado
Hoy os contaremos un poco sobre dos de las “cuatro” catedrales de Barcelona: la Basílica de Santa Maria del Pi y la Cadetral de Santa Eulàlia i de la Santa Creu.
La construcción del campanario de la Basílica de Santa Maria del Pi tiene en su historia una leyenda basada en una superstición medieval: ¡se creía que los edificios principales se construían con la ayuda del demonio, que en cambio pedía el alma del arquitecto!
Tras ayudar en la construcción, el demonio se dio cuenta de que había sido engañado por el arquitecto para evitar darle su alma y, enfadado, marcó el escalón número 100 con la pata. Desde entonces, ¡l@s visitantes buscan el escalón del demonio que estaba marcado con la pata!
La catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia es la sede del arzobispado de Barcelona, de ello su categoría de verdadera catedral. Remitiéndonos a la leyenda, la plaza sobre la que está ubicada la catedral era un antiguo bosque de pinos donde San Jaime (Sant Jaume) predicó por primera vez al llegar a la ciudad. Se edificó entre los siglos XIII y XV, en estilo gótico.
No obstante, no fue hasta el siglo XIX cuando, con motivo de la Exposición Universal de Barcelona en 1888, el banquero Manuel Girona i Agrafel financió la construcción de la fachada en estilo neogótico, que no se finalizaría hasta ya entrada la primera década del siglo XX. ¡La catedral ha tardado 700 años en ser construida!